El yogur es uno de los alimentos que tiene un gran valor nutricional, puedes prepararlo y combinarlo de muchas maneras, pero siempre está la incertidumbre frente a: ¿tomarlo entero o bajo en grasa? ¿Cuál es el mejor para mi plan de alimentación?

Así que hoy te quitaremos todas las dudas que tienes frente a este alimento para que puedas tomar la decisión que más se adapte a lo que buscas. ¿Preparado? ¡Entérate de todo sobre este alimento!

EL YOGUR ENTERO.

El yogur entero suele ser un producto natural y realizado de manera artesanal, es decir, sin colorantes, conservantes, azúcar o sabores añadidos. Preservando sus grasas naturales, este lácteo tiende a pasar por un proceso de fermentación en el que se generan millones de bacterias prebióticas, es decir, microorganismos beneficiosos que regeneran la flora intestinal de tu organismo.

¿Eso quiere decir que este producto puede ayudarte a cuidar tu zona digestiva? Sí, así es, pero para lograrlo de una manera efectiva también será necesario consumir probióticos, todo para que aquellas bacterias permanezcan vivas y protejan tu digestión. Nosotros te recomendamos tomar a diario la fibra prebiótica con probióticos de Profiber, su rápida y fácil preparación te permitirán ingerir la cantidad de estas bacterias que necesitas a diario. Comienza a fortalecer tu sistema digestivo, haz click aquí.

¿Y EL YOGUR BAJO EN GRASA?

Las versiones de este alimento bajas en grasa no tienen mucho sentido, debido a que suelen sustituir su falta de grasa por ingredientes artificiales como conservantes y azúcar. Lo ideal es elegir la versión tradicional y no exceder su consumo diario.

OTRAS BUENAS OPCIONES.

El yogur griego es ideal para mezclar con frutas o postres, ya que su consistencia cremosa suele ser perfecta para untar en otras preparaciones. Esta es rica en proteína y sus niveles de azúcar son muy bajos.

Por otro lado, el kéfir es un yogur con propiedades curativas, suele ser recomendada para personas con intolerancia a la lactosa y tiende a ser bajo en calorías.